"Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte"
Carlos Ruiz Zafón en La sombra del viento
Sin cuestionar si nos gusta el Padre Chucho o no, el tema que quiero contar me pareció muy interesante: un invitado como cualquier otro, pero este era: simplemente José, un hombre sencillo, un recogedor de basura, quien descubrió que la gente botaba los libros y empezó a la tarea de recogerlos, escondiéndolos porque la empresa no le permitía reciclar. El primer libro que llegó a sus manos fue Ana Karenina de Tolstoi, para él fue el libro que marcó una nueva ruta en su vida, cada libro que llevaba escondido iba a parar a un estante de la casa, formando día a día una biblioteca que llamó: El tesoro del saber...su mente se proyectó a la familia, reunía a sus hijos y les leía, les puso talleres para que investigaran, al llegar a casa ellos tenían que hablarle de sus logros literarios. Sus compañeros empezaron a preguntar ¿por qué tomaba los libros de la basura? él contestaba esto es literatura. A ellos como a los niños de su comunidad les enseñó a leer sin ningún costo, les enseñó a tener amor por esos libros salidos del hedor, de la podredumbre, del olvido, amor por los libros que alguien botaba a la basura.
Carlos Ruiz Zafón en La sombra del viento
Sin cuestionar si nos gusta el Padre Chucho o no, el tema que quiero contar me pareció muy interesante: un invitado como cualquier otro, pero este era: simplemente José, un hombre sencillo, un recogedor de basura, quien descubrió que la gente botaba los libros y empezó a la tarea de recogerlos, escondiéndolos porque la empresa no le permitía reciclar. El primer libro que llegó a sus manos fue Ana Karenina de Tolstoi, para él fue el libro que marcó una nueva ruta en su vida, cada libro que llevaba escondido iba a parar a un estante de la casa, formando día a día una biblioteca que llamó: El tesoro del saber...su mente se proyectó a la familia, reunía a sus hijos y les leía, les puso talleres para que investigaran, al llegar a casa ellos tenían que hablarle de sus logros literarios. Sus compañeros empezaron a preguntar ¿por qué tomaba los libros de la basura? él contestaba esto es literatura. A ellos como a los niños de su comunidad les enseñó a leer sin ningún costo, les enseñó a tener amor por esos libros salidos del hedor, de la podredumbre, del olvido, amor por los libros que alguien botaba a la basura.
Mi pregunta es: ¿qué motiva a un individuo a botar a la basura un libro? y qué motiva al otro individuo, un ser sin educación (¿escolaridad?) a recogerlo ?
Hola Mareña. Con tu articulo me hiciste recordar una anecdota del año pasado cuando nos cambianmos de apartamento a otro de menor espacio y donde no cabian todos los libros, asi que hicimos una clasificacion (mas sentimental que otra cosa) de los que dejariamos y no sabiamos que hacer con el resto. Finalmente de una libreria nos "compraron" mas de 200 libros por la irrisoria cifra de $ 75.000. Una vez vendidos cai en la cuenta que muchas bibliotecas de escuelas o de barrios de escasos recursos hubiesen aprovechado muchisimo esos libros. Y cuento esto para que todos los que te lean , tomen la edificante actitud de donar libros a todas estas entidades o personas de escasos recursos.
ResponderBorrarUn abrazo
Dejando de lado que algunos libros son basura, cuando no los queremos/necesitamos lo mejor es regalarlos.
ResponderBorrarSobre el personaje: que saque de la basura y lea es una cosa impresionante. Que tenga o no algún tipo de formación no incide en la curiosidad; la curiosidad si incide en la búsqueda de formación.
Mejor dicho, es probable que sea fruto una carencia de oportunidades (lo que incluye desconocimiento de las mismas) y no de "es pobre, es bruto".
Lo que me lleva a la noticia como tal: en general desconfío de esas notas periodísticas sobre algún personaje "pobre, humilde, tonto o loco" (en especial si involucran al Padre Chucho) porque son amarillistas en extremo, desconocen el contexto y son paternalistas. Para la muestra el "Auge y Caída del Concejal Lustrabotas" y su continuación "Hija de Lustrabotas, Política Segura".
Un beso.
Resaltando el comentario de Rodrigo. En mi último trasteo de casa a apartamento, me vi en la necesidad de "separarme de algunos de mis seres queridos". Algo así como 200 de ellos. Nunca me había percatado de la cantidad que tenía. En fin,aquí en Bogotá la Biblioteca Luis Angel Arango me los recibió como donación y los distribuyó entre las bibliotecas distritales, según carta de agradecimientos enviada a mí.
ResponderBorrarNo sé si en otras ciudades existe esta posibilidad...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarRodrigo la solución es donarlos como dices aunque creo que a todos, en cualquier estrato, no sólo escasos recursos, a los amigos, vecinos, familia que quieran leer algo que tenemos y ya no queremos.
ResponderBorrarhijo que son amarillistas claro que estoy de acuerdo, pero de todas formas mira que el tema me hizo reaccionar, aunque todos vemos la noticia de diferente forma.
transeuntemuy bueno, me parece, aquí los reciben también en la biblioteca y en las escuelas, yo doné dos enciclopedias a los sobrinos de mi empleada y la felicidad de esos niños fue gratificante, el papá me decía: es el mejor regalo, como ellos no tienen interné, ahora sí pueden consultar
Se fijó qué libro subí para esta entrada?
¡¡Yo no tiraría un libro!!
ResponderBorrarSon muy sagrados, y si regalo uno, pues ahí mismo va parte de mí. ¿Pero tirarlo? jamás me daría esa idea!
Ya que preguntas que libro es, Pues ahí dice historia de la vida, no lo conozco :-(
Por cierto que me hiciste recordar un libro que me encontré en una casa que estabamos alquilando y bueno por suerte la señora me lo regaló, parece que era de su hijo cuando estaba más pequeño, porque era un libro muy antiguo y estaba en un baúl. Y ese libro aún lo tengo mío, le tengo respeto a los libros antiguos, son un súper tesoro.
Saludos!
Natalia el libro se llama Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno de Giulio Cesare Della Croce, mi mamá buscó por cielo y tierra este libro para dárselo de regalo a mi hermano (El Transeúnte) y guardo el recuerdo de ir de librería en librería, antiguas de Bogotá, de esto hace más o menos 50 años.
ResponderBorrarvea como es la vida...para unos es basura, Para otros es una tesoro!!!
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