La semana pasada me levanté con los ánimos por lo alto, me bañé, me arreglé pero como siempre el tiempo se acercaba con paso de animal grande y salí corriendo con los aretes, el reloj y las pulseras para colocármelos mientras bajaba la escalera. El portero muy amable me miró sonriente, el vecino igual, los pasajeros del bus lo mismo, mi ego se elevó en un doscientos por ciento,me dije: Huy hoy amanecí bonita, gordita y viejita pero me siguen mirando. Llegué a la telefónica de San Fernando hice la consabida fila y la gente me miraba y sonreía; yo les devolvía la mirada con mi sonrisa de siempre, caminé a la Roosevelt a tomar otro bus, la gente míreme, pasé al centro comercial, entré al banco, la asesora me atendió y sonrió al saludarme, yo seguía sintiéndome súper, pero a pesar de la mirada benevolente peleé con ella (motivos personales) de todas formas mi ego ya había llegado al tope de la felicidad, estaba hermosa.
Al llegar al apartamento y entrar al baño me miré al espejo y ¡oh sorpresa! en mi arete largo de cobre se había colgado tamaño IMAN y con él ... tamaño TORNILLO, la risa fue total, me senté en el inodoro a reirme de mí misma y de mi ego que casi llegaba al trescientos por ciento.

¡Muy bueno!, juemadre qué risa me dió leer tu historia. Definitivamente eso solo te puede pasar a tí. La pregunta es ¿Vas a volver a salir con ese tornillo puesto? o mejor, ¿te vas a conseguir otro tornillo para que la gente diga: "Ah no, son así".
ResponderBorrarBuenísimo. Dicen que "la moda no incomoda", y en este caso la gente quedó convencida de que era una excentricidad completamente intencional aunque les pudiera parecer raro.
ResponderBorrarChévere poder despertar admiración o sorpresa en la gente, así no sea a propósito, pero para la próxima hálale las orejas a tu portero por comer callado.
César yo creo que no voy a salir otra vez con eso, de pronto con una tuerca.
ResponderBorrarAndrés sí le dije al portero pero negó cualquier mirada indiscreta.
A propósito le hice un homenaje a mi padre que era ferretero jajaja
Cuando me contaste el sábado me tocó parar de trabajar casi diez minutos, contarle a todos acá y luego si escribirte un correo. Como bien dijo Meza, la moda no incomoda y yo añado que andar de Converse rosados no es gratis.
ResponderBorrarAbrazos madre.
Yo también me reí y, aunque Andrés ya me lo había contado, disfruté un resto la historia. Cuando vi el título lo promero que hice fue bajar a ver la foto, y sí, encontré lo que esperaba... el arete de tornillo. Qué finura, qué clase, qué belleza, qué innovación, qué estilo... qué locura, pero qué divertido.
ResponderBorrarMás historias así!!!
Hola, me toca visitarte, porque encuentro tus comentarios en los blogs de El Clavo y veo que también eres la madre de Andrés.
ResponderBorrarMe ha divertido mucho tu historia. Pero lo que más me ha gustado es cómo te lo has tomado.
Admiro a la gente que tiene sentido del humor (Debe ser porque yo no lo tengo :S).
Un saludo sonriente desde Buenos Aires.
A todos gracias por los comentarios, en especial a Liliana y Liluc, la idea es darle a la vida colores y un poquito de risa es muy saludable...
ResponderBorrarMareña, escribo como anónimo porque
ResponderBorrarhace tanto que no entro a mi blog
o a otros que se me olvidó la
contraseña! Pero ya me acordaré.
Me encantó lo del imán y el tornillo: después de todo el imán
cumplió su "función" atraer las
miradas. Y el tornillo: estrechar el lazo con tus semejantes. Sería
el arete perfecto para un grupo de
base que promueva el amor y la amistad. Quizá por eso no te pesaba...
Y a tu reclamo de por qué estoy
desaparecido de mi blog y de todos...porque estoy hasta ahora
estableciéndome en Medellín, no
he tenido tiempo. Pero qué alegría
haber podido comentar y "reencontrarme" contigo y con todos. Leo Luque
¡Qué buena historia!
ResponderBorrarInteresante saber qué historia contaron quienes vieron tamaña nueva moda.
Así como nosotros, ojalá la hayan disfrutado.
Estimada Mareña,
ResponderBorrarDespues de leer tu conmovedora y, por que no decirlo, impactante historia, me quedan varios interrogantes:
Donde venden el tornillo?
Es acaso un tornillo importado?
Tienes planes para comercializar la idea?
Es el tornillo hipoalergenico?
Por que songo le dio morondongo?
Gracias.
Jajaja muy bueno Mareña, pero ahí esta la oportunidad de negocio, un arete con un tornillo y el otro con una tuerca y los vendes en la loma de la cruz! serian un éxito ahí!
ResponderBorrarUn abrazo
MAUI
Mareña
ResponderBorrarEsta si es la tapa.
Muy divertida tu anécdota.
Me reí hasta llorar.
Gracias por estas risas de Navidad.
Saludo,
Ana María