5 de febrero de 2007

A mi hijo

Para algunas personas este texto les parecerá sin gracia, tedioso tal vez pero en otra ocasión expuse mi idea de crear un blog porque quiero y porque puedo expresar lo que siento.

Mi oído escucha una melodía un poco triste, la puse en la grabadora a propósito, para que aflorara lo que estoy sintiendo, y mis ojos están derramando una pequeña dosis de lágrimas, mi corazón, metafóricamente se siente arrugado y mi alma está vagando por recuerdos, siempre gratos porque no quiero entorpecer mi momento, sólo mío, excluyendo a todos en mi entorno como lo hago muchas veces, me gusta la soledad pero cuando me veo rodeada por los míos esa soledad se levanta para dar paso a la realidad cotidiana y me siento feliz.


Soy la mamá de
Adapar y este blog está dedicado a él “por primera vez en mucho tiempo siento que he avanzado” así lo he visto y quiero que el avance sea real no imaginario, me he quedado callada por mucho tiempo, me cuesta trabajo decirle a mis seres queridos cuánto los quiero, creo que yo también he avanzado un poco y ahora quiero decirle que lo quiero mucho, me siento orgullosa de sus logros aunque algunas veces no estuve de acuerdo con las decisiones que tomó (carril izquierdo?) es ahora cuando mi alma se abre en dos, una lucha por dejarlo ir, otra por retenerlo, pero sé cuál es su sueño y hace treinta y un años cuando lo traje a este mundo, supe que algún día teníamos que separarnos, ya llegó ese día, quiero que avance, que vuele y llegue al sitio deseado, aunque no participo de su ateísmo mágico, elevo esta oración de madre al universo y pido: "Señor abre tu mano, aquí te dejo a mi hijo, guíalo por siempre hasta que encuentre lo que anhela”

13 comentarios:

  1. Me has emocionado, Mareña. ¡Si supieras cuánto te comprendo! Es cierto eso de que cuando nace un hijo ya sabes que algún día se irá de tu lado, y te crees capaz de soportarlo, pero cuando llega el momento, es como si te arrancaran una parte de ti. Literalmente, te arrancan una parte tuya.
    Sin embargo, cuando ese hijo parte, y parte con felicidad, hay que apoyarlo y arroparlo con los mejores deseos. Y eso es lo que estás haciendo. ¡Cuánta entereza de tu parte! ¡Cuánto te admiro!

    ResponderBorrar
  2. mamazorca.
    Hace días te sentia con un taco en la garganta y se que más de una vez lloraste, quiza solo los 3 segundos que la ocación permitía.
    Aunque no tengo hijos, se bien que dejar ir a la gente que uno ama duele profundamente.
    Me alegra que te abrieras y dejaras afuera las cosas que a veces guardas solo para tí.
    A Adapar, HERMANO PUTA, I wish u the Best; a MAMAZORCA, le abro mi corazón besos y fuerza.

    ResponderBorrar
  3. Una oración que lo acompañará mientras avanza en su nuevo camino o regresa por él a casa como buen hijo pródigo. Aunque sea para saludar no más...

    ResponderBorrar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  5. ¡Ay, madre! Que me has hecho mojar pupila...

    Gracias por todo y acuérdate que para retenerme debes dejarme ir...

    ... besos y abrazos

    ResponderBorrar
  6. He estado pensando mucho qué comentar........

    Conozco a Andrés hace no se cuantos años -no son muchos- pero han sido buenos.

    Me acuerdo de noviembre de 2005 cuando estabamos en bogotá y empezamos a hablar del típico parche que todos hablan y casi nadie hace y que es irse al sur del continente. Primero pensamos que por tierra (como todo el mundo).

    El 2006 corrió y empezaron a pasar un puñado de cosas que empezaron a volver la idea del viaje en algo menos ideal y más real. La aparición de Liliana es -creo yo- la más importante y fue la razón por la que decidí viajar -ya no por tierra- a Argentina.

    Como a mitad de año, despues de un par de conversaciones con andrés y de concretar con nelson, entré a trabajar a KV3 por lo que pude entusiasmar aun mas a andrés de que nos fueramos juntos al sur y bueno, así fue. Yo conseguí el pasaje a mediados de Octubre y empezó a mover las cosas como por la misma época.

    Todo cambió en Diciembre. El Andrés ya había pensado quedarse un tiempo en Buenos Aires buscando expandir las alas pero por cosas se había descartado. Un día que hablé con Marcela (que es la mejor amiga de mi hermana y que dice que me cambió pañales aunque esto último no es cierto) terminamos Andrés, El viejo (amigo de la U), Marcela y yo en un Lounge hablando. Al otro día salimos de nuevo y al siguiente igual...y bueno, el resto...el resto será historia, la que escriban estos manes en el sur (aunque al lado contrario de la cordillera).

    ...y ahora que andrés -que es mi hermano por destino- y yo estamos más unidos se larga. Pero algo muy raro, se larga con Marcela que es mi hermana por destino. Ahora Andrés es ahora más de la familia que nunca.

    Esperemos que los vientos Andinos del sur le sean favorables ahora que expande sus alas.

    Saludos, Maria Eugenia :)

    ResponderBorrar
  7. Anónimo9:35 a.m.

    Sé que debes estar triste pero las despedidas son indispensables para el reencuentro, y las verdaderas familias se reencontrarán despues de un instante unos años o todo un ciclo vital (Richard Bach)

    te ama Maria Paula Alonso

    ResponderBorrar
  8. Anónimo10:02 a.m.

    ¡¡Que bueno !! que bueno y que envidia de la buena, poder abrir las alas y extenderlas abrazando el infinito repleto de esperanzas.

    ¡¡ Que triste!! que triste es ver el nido cuando se va quedando vacio... pero también es lindo ver a nuestro polluelos formando propios nidos con ramitas de ilusiones.

    Se van, pero nos queda la satisfacción de una etapa ya cumplida.

    ResponderBorrar
  9. Mareña, qué complicado es tener un hijo como Adapar... Siempre es más fácil que todo sea como lo convencional, como volar en parapente y que sea "pianito".

    Antes estas cosas no hay de otra que apoyar a los nuestros y desearles que sean felices. El mundo es demasiado grande para que estemos juntos como las plantas, somos animales y otros, en otros lugares merecen conocernos y amarnos.

    Eres una mariposa, eres auténtica y este es uno de esos precios que hay que pagar por el desapego.

    Un profundo abrazo y que el Gran Arquitecto del Universo te bendiga:.

    ResponderBorrar
  10. A todos muchas gracias por cada una de sus palabras y a mi hijo como dice TITA: extiende tus alas y abraza el infinito.

    ResponderBorrar
  11. Anónimo2:20 p.m.

    MAMEÑA...

    Estamos aquí mi madre (nuestra madre) y yo. Le muestro su página y le leo A MI HIJO, podra imaginar las lágrimas al leerle el escrito. Recordamos ambos cuando me fuí de la casa y volvi para casarme y nuevamente irme. Recordamos cuando "sumerce" partió con Andrés hacia la Vida y recuerdo lo que sentí cuando se fué Angela MAría sin saber si volvería o no.

    Los ciclos se repiten y ahora se dan para nosotros, unos años más y estaremos quizás solos.

    "Los hijos no son nuestros hijos son los hijos de la vida" Nosotros somos el arco y ellos las saetas. Todo eso es verdad y todo eso duele.
    Bienvenido ese dolor porque con el elevamos a nuestros hijos.

    Su hermano del alma

    ResponderBorrar
  12. Bueno, al menos no le pasó como a mi mamá, que al llegar yo a mis treinta y ver que no me iba de la casa, ella se independizó de mí... ;)

    Mucho de ti se ve reflejado en él, y esa es razón suficiente para que te sientas orgullosa. Sobre el resto que se ve reflejado en él, pues... no sé... sólo espero que no nos haga quedar mal por tierras australes, ja, ja, ja :) Mi punto es que hiciste un buen trabajo y creo que él ha quedado en buenas manos. Creo que tienes muchas razones para alegrarte (y me refiero a otras adicionales a la dicha de tener un cuarto disponible en el apartamento para tus mariposas) y las seguirás teniendo.
    ¡Animo!

    ResponderBorrar